Organización y O.R.D.E.N.

La organización es una tarea que puede ser azarosa o puede ser sencilla, dependiendo de los objetivos que te marques para hacerlo. Mucha gente trata de organizar grandes espacios o incluso toda la casa en una sola sesión. El resultado será siempre desastroso, porque terminarás con pilas de cosas regadas por doquier, un cansancio tremendo y una frustración monstruosa.

Para mantener una tarea de organización en el lado simple y manejable, debemos establecer tareas pequeñas que podamos realizar de principio a fin en un determinado tiempo; para que no sea pesado, un par de horas máximo por sesión. Teniendo tus tareas fraccionadas en pequeño usarás un acrónimo, O.R.D.E.N. Con él no creo que te olvides de poner en marcha el mecanismo de la organización.

 

Osadía

Osadía, tu primer acción; atrévete a desafiar cajones, armarios, baúles. Requiere valor, muchas veces nos proponemos hacer de nuestro espacio un lugar bello y ordenado, pero en el momento que miramos el desorden nos invade una sensación de derrota, miramos por algunos segundos, damos la vuelta y corremos a refugiarnos en la televisión, una galleta o la simple negación.

 

Reúne

Reúne cada cosa en un punto determinado de la habitación. Al tiempo que vas colocando todo, has una clasificación del contenido, agrupa por similares, estarás con ello haciendo tu clasificación previa, mirando que sirve, que no, que deseas conservar, que requiere salir de tu vida. Lo que se queda irá formando pilas con sus similares. Aquello que se va, sepáralo en dos pilas, cosas que sirven y cosas que no. Lo que se conserva regresará al cajón o armario de manera organizada, en ganchos apropiados, doblados o en contenedores más pequeños que encajen en tu mobiliario de almacenaje.

 

Dona

Dona lo que está en la pila de cosas por no conservar pero que tienen una utilidad. Hay muchísima gente que no tiene oportunidad de tener los satisfactores esenciales. Dona lo que sirve a casas hogar, asilos de ancianos, caridades. Incluso, puedes ver si entre familiares y amigos que pasan por etapas difíciles, pueden beneficiarse de aquello que para ti no cumple una función.

 

Elimina

Elimina sin piedad todo lo que aterrizó en la pila de no conservar y que no sirve. Mientras nos aferramos a cosas que no sirven o que no tienen una utilidad clara, frenamos el flujo de energía, como agua estancada, la energía que no circula termina pudriéndose.

 

Nutre

Nutre tu espacio una vez organizados, la tarea de ordenar no termina cuando metiste en cintura tu guardarropa dentro del clóset. Debes conservar la vigilancia para que no vuelvas a estar con las cosas desordenadas. Conforme pasa el tiempo, revisa si hay cosas que puedas eliminar o donar, también valora si el sistema de organización que estableciste de primera instancia aún cumple su función o es necesario mejorarlo o cambiarlo por completo. Recuerda que en cierto modo la organización es un organismo vivo, pues evoluciona con tu propia interacción con las cosas que posees.

Osar. Reunir. Donar. Eliminar. Nutrir. Palabras que forman el ORDEN y te dan la posibilidad te tener una vida más relajada, llena de energía fresca y renovada.

Nacho Eguiarte – Organizador Profesional y Blogger en NACHOrganiza

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